viernes, 20 de marzo de 2015

Acción, reacción y proactividad.



Siempre he dicho que el problema no es la acción, es la reacción.

En cada momento de nuestra vida recibimos estímulos que van moldeando nuestro desarrollo como individuos, en nuestros primeros años reaccionamos a estos estímulos casi de manera automática, sin embargo, con el paso de los años, vamos ganando conocimiento e información suficiente que podemos utilizar para controlar nuestra reacción a estos estímulos, sin embargo no todos lo hacemos y seguimos siendo reactivos en lugar de ser proactivos.

Ser pro-activos es responder a un estimulo basándonos en nuestros principios, es decir, recibo el estímulo, lo analizo y respondo, y es ese lapso de tiempo en el que detenemos nuestra respuesta en donde radica la diferencia entre iniciar una discusión o vivir en paz.

Las reacciones más comunes son: Ansiedad, preocupación, enojo, gritos, tristeza, sentimientos que ensucian la respuesta que damos y nos vuelven vulnerables a malas decisiones. La biblia nos enseña que "La respuesta amable calma el enojo; la respuesta grosera lo enciende más" Proverbios 15:1 (TLA), pero ¿como suavizo mi respuesta? pasándola por diferentes filtros, como si purificáramos agua, así se quitan las impurezas de nuestra respuesta.

Antes de responder piensa y medita:

  • ¿mi respuesta va  construir o a destruir? Si va a destruir, no la digas.
  • ¿lo que me dicen es verdad o mentira? Si es verdad, asume tu responsabilidad, si es mentira, ignórala.
  • Ponte en el lugar de la otra persona, trata de entender su motivación, posiblemente venga de una reacción y si respondes de forma reactiva, va a ser difícil salir del círculo.
  • Recuerda Romanos 12:18. "...vivan en paz con todos..."
No estoy diciendo que no respondas, aunque muchas veces es mejor, simplemente modera tu respuesta, recuerda que para una pelea se necesitan 2, no avives el fuego con respuestas reactivas, medita antes de responder y mira a las demás personas con amor, con el mismo amor que Dios te ve a ti.

Bendiciones.

Twitter: @SOCS_MX


1 comentario:

  1. Prov. 10:19; En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.

    ResponderBorrar