martes, 23 de febrero de 2016

La buena noticia.

Las primeras palabras registradas de Jesús en el evangelio de Marcos fueron: "Se ha cumplido el tiempo. El reino de Dios está cerca", estas palabras definirían el mensaje y las acciones que se develan en el resto de este libro. Jesús salta a la escena no con un nuevo código de ética sino con la noticia de una nueva realidad.

Por esa razón Jesús le llamó a su mensaje "Evangelio", que literalmente significa "Buenas Noticias". Esta no era cualquier noticia, era una noticia que cambiaría vidas. Cada acción de Jesús, registrada por Marcos, ilustra que el Reino de Dios está cerca. La sanidad, la misericordia, los milagros, la autoridad, el sacrificio y la derrota de la muerte anuncian el Reino de Dios. 

Piensa en al diferencia entre noticia y consejo. Un consejo te dice como mejorar tu vida. "Deberías hacer ejercicio", "No vayas por esa calle que tiene baches" son ejemplos de consejos. Las noticias no se dan para mejorar tu vida, están para decirte lo que está pasando. Si crees la noticia o no, esa es decisión tuya, pero si la noticia es verdad, ignorarla te traerá consecuencias.

Entre más grande y relevante sea para tu vida una noticia, más profundamente nos desafía. Si el evangelio (las buena noticia de la redención) es verdadero (y lo es), cambiará todo acerca de nosotros. Jesús dijo que si creemos, el fundamento de nuestra familia, nuestro trabajo y nuestras vidas cambiaría, todo cambiaría; Por lo tanto no podemos simplemente agregar este mensaje a nuestra colección de "buenos escritos" que puede mejorar mi vida, si hacemos eso vamos a perder la oportunidad de conocer algo mejor de lo que podríamos haber imaginado.

En el mensaje que Jesús nos dejó esta la llave para ese cambio que todos necesitamos, si lo estudiamos a profundidad y aceptamos el reto de seguir el llamado del Rey, nuestra vida alcanzará un nivel diferente que nos encamina hacia la vida eterna con Cristo.

Bendiciones.
Twitter: @SOCS_MX

martes, 16 de febrero de 2016

Decepciones


La decepción duele, es un sentimiento de ahogo difícil de explicar, y duele más según la persona y el nivel de relación que tengamos con quien nos hace algo. Yo me he sentido decepcionado: de mi mismo, de mi familia, de mis amigos. Pero, poco a poco comprendí que era tonto dejar que la decepción dominara mi vida y mis relacciones; además, muchas veces esa decepción venia de cosas que solo estaban en mi imaginación, es decir, suposiciones que yo hice de lo que alguien debería de hacer y no hizo.


Les comparto algunas cosas que me han servido contra el sentimiento resultante de la decepción. No podremos evitar al 100% las decepciones, pero podemos estar listos para enfrentarlas, o bien, que sean menos.


  1. Las personas decepcionan, Dios no, con esto en mente el centro de mi vida es Dios.
  2. No esperes de los demás más que lo que ellos puedan o quieran darte.
  3. No pretendas que alguien te de lo que no le corresponde darte; no esperes que un hijo sustituya a un cónyuge o que una amiga sustituya a una mamá.
  4. Si no se consiguió hoy, puede ser que lo consigas mañana y sino, es que Dios te está librando de algo malo.
  5. Ama por el simple hecho que te da la voluntad de hacerlo, no porque vayas a recibir algo a cambio.
  6. No veas las diferencias con los demás como algo para alejarte de ellos, respétalas y míralas como algo interesante  para considerar.
  7. Reconoce que eres imperfecto.
  8. Reconoce que los demás también son imperfectos.
  9. No esperes que te amen como piensas que debe de ser, acepta que te amen de la forma en que las personas expresen su amor.
  10. Si no te gusta una cosa, búscale el lado bueno.
  11. Recuerda que la vida es como es, no como debería de ser.
  12. Si quieres algo: pídelo, no esperes a que te lo den.
  13. Si quieres hablar con alguien; habla tú, no esperes a que te llamen.


No es una lista infalible, pero alguna cosa te puede servir y si tienes algo que pueda aumentar y enriquecer la lista, adelante, eres bienvenido a compartir.

Bendiciones.
Twitter: @SOCS_MX

martes, 9 de febrero de 2016

Nuestros amigos

En cada etapa de nuestra vida Dios pone en nuestro camino personas con las cuales nos involucramos en diferentes niveles.

En cada persona podemos encontrar un tesoro, un suministro que nos puede alegrar el día, aligerar la carga o transformarnos por completo.

A lo largo de mi vida he podido ver 4 tipos de personas que, según la ocasión, marcan nuestro camino e influyen positivamente en nosotros.


Están aquellos que comparten solo un momento: Son personas que nos ayudan y alientan en un momento determinado de dificultad y luego, ya no sabemos de ellas; Su influencia puede traer profundos cambios a nuestra vida, aunque el momento con estas personas sea corto. Hablo de el desconocido que nos presta los cables para pasar corriente, aquel que nos alerta de alguna situación de riesgo, nos da un buen consejo en la fila del supermercado, etc.

Luego vienen los que están un tiempo: Son esas personas que se acercan, nos apoyan y facilitan la realización de una tarea. Los encontramos en los compañeros de escuela; en los colegas de trabajo, etc.; y luego por diversas razones cada cual toma su camino y el contacto se pierde, sin embargo los buenos recuerdos permanecen en nuestro corazón. ¿Recuerdas a alguien?

El siguiente tipo son los amigos: Son los que se mantienen contigo a lo largo de tu vida. No necesariamente estén unidos en el plano espacial, pero sus corazones si lo están. Son los que te llaman de vez en cuando o te caen de sorpresa en casa. Son los que te alientan y tienen una oración para ti. Los amigos enriquecen nuestra vida con sus ocurrencias y nos enseñan la diversidad que hace de nuestra existencia algo único. 

Por último están las personas que están en tu círculo más cercano, les llamo íntimos: Estas son las personas que ocupan un lugar privilegiado en tu corazón son con las que tienes una conexión en todos los sentidos. Quienes te quieren tal como eres, que no te dicen lo que quieres escuchar, al contrario, te confrontan con la verdad sin temor a que su relación se afecte, están ahí no solo parta ti, están contigo, te cuidan sin importar el precio. No son muchos pero Dios los puso ahí para hacernos comprender un poco más el tamaño de su amor por nosotros. ¿Tienes alguno?

A estas personas que llegan a tu vida para ocupar algún lugar, ya sea temporal o permanente, recíbelos y atesoralos todos tienen algo que aportar a tu camino y si encentras a un "intimo", felicidades, Dios te ha privilegiado con su llegada.

Bendiciones.
Twitter: SOCS_MX





martes, 2 de febrero de 2016

La segunda milla

y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
Mateo 5:42 (RVC)

Esta conocida frase nace de una antigua ley Romana que decía que “...todo soldado o ciudadano romano puede obligar a cualquier persona de un pueblo conquistado a cargar su equipaje una milla, pero solo una milla…”



Sin embargo cuando Jesús hizo referencia a esto en el sermón del monte tenía una lección que enseñarnos.

Dentro de esta frase se esconde algo esencial para triunfar en la vida, para ser mejor en lo que hacemos, piensa un poco: ¿Que diferencía a la gente triunfadora de la gente mediocre? ¡Exacto! que hacen más de lo que se espera de ellos. La segunda milla es el secreto.

En este contexto tenemos 2 millas en juego, la primera es la milla que TENEMOS que hacer, la segunda es la milla que QUEREMOS hacer.

La primera milla es la más difícil, porque la verdad es que nadie disfrutamos las coasa que TENEMOS que hacer en cambio si disfrutamos las que QUEREMOS hacer. La primera milla siempre es difícil, porque interrumpe nuestra comodidad, nos hace someternos a algo y doblegar nuestro orgullo y nuestros deseos, por ejemplo: hacer ejercicio, dieta...perdonar. En cambio la segunda milla es una milla motivada por el amor, por nuestro empuje, es lo que va a marcar la diferencia, porque esta milla solo podemos completarla cuando recorremos la primera y completarla trae gozo y alegría porque vemos los resultados de ese esfuerzo. Muchos quieren el beneficio de la segunda milla sin tener que pasar por la primera.

Cristo no sólo nos invita a recorrer la segunda milla, él mismo nos dejó su ejemplo, Él recorrió su primera milla: En obediencia al Padre renunció al cielo y se hizo hombre, caminó bajo la ley y cumplió cada detalle; Pero Jesús no se quedó con eso, recorrió la segunda milla, motivado por su amor por nosotros nos dijo: “Voy a caminar con ustedes”, tomó la cruz y cargó con nuestro pecado voluntariamente, y este hecho ha impactado a millones de personas a través de los años, me impactó a mi y desde ese día no he sido el mismo.

Te invito a memorizar este versículo y al mismo tiempo meditar en cuales cosas puedes ir por la segunda milla, pon ese esfuerzo extra; aun en las cosas pequeñas, en las tareas diarias y en los grandes retos, pronto te darás cuenta de que tu camino se ilumina e ilumina a los demás.

Bendiciones.
Twitter: @SOCS_MX