La decepción duele, es un sentimiento de ahogo difícil de explicar, y duele más según la persona y el nivel de relación que tengamos con quien nos hace algo. Yo me he sentido decepcionado: de mi mismo, de mi familia, de mis amigos. Pero, poco a poco comprendí que era tonto dejar que la decepción dominara mi vida y mis relacciones; además, muchas veces esa decepción venia de cosas que solo estaban en mi imaginación, es decir, suposiciones que yo hice de lo que alguien debería de hacer y no hizo.
Les comparto algunas cosas que me han servido contra el sentimiento resultante de la decepción. No podremos evitar al 100% las decepciones, pero podemos estar listos para enfrentarlas, o bien, que sean menos.
- Las personas decepcionan, Dios no, con esto en mente el centro de mi vida es Dios.
- No esperes de los demás más que lo que ellos puedan o quieran darte.
- No pretendas que alguien te de lo que no le corresponde darte; no esperes que un hijo sustituya a un cónyuge o que una amiga sustituya a una mamá.
- Si no se consiguió hoy, puede ser que lo consigas mañana y sino, es que Dios te está librando de algo malo.
- Ama por el simple hecho que te da la voluntad de hacerlo, no porque vayas a recibir algo a cambio.
- No veas las diferencias con los demás como algo para alejarte de ellos, respétalas y míralas como algo interesante para considerar.
- Reconoce que eres imperfecto.
- Reconoce que los demás también son imperfectos.
- No esperes que te amen como piensas que debe de ser, acepta que te amen de la forma en que las personas expresen su amor.
- Si no te gusta una cosa, búscale el lado bueno.
- Recuerda que la vida es como es, no como debería de ser.
- Si quieres algo: pídelo, no esperes a que te lo den.
- Si quieres hablar con alguien; habla tú, no esperes a que te llamen.
No es una lista infalible, pero alguna cosa te puede servir y si tienes algo que pueda aumentar y enriquecer la lista, adelante, eres bienvenido a compartir.
Bendiciones.
Twitter: @SOCS_MX
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